jueves, 17 de enero de 2008

HOMBRES Y MUJERES


Es muy posible que lo que escriba esta noche resulte un tanto radical, pero llegada a este punto de mi vida, habiendo pasado ya por muchas de las experiencias que gente incluso mayor que yo no ha pasado, y a mis 35 años, sinceramente no me interesa en exceso quedar bien ante, digamos, "la sociedad". Antes de seguir, puedo advertir también que en absoluto soy feminista, pues esa forma de pensar, tanto como el machismo desproporcionado, me parecen actitudes negativas, pero sí diré que, aunque no sé exactamente, (ni planeo para nada),lo que voy a contar o desvariar, diré en mi descargo (Sres. posibles fiscales) que en ciertos temas no puedo hablar de forma objetiva. Ya se verá porqué...

En general el ser humano me parece un ser bastante incomprensible, pero admito que los hombres en ocasiones me parecen, a pesar de esa mi experiencia, los más inescrutables de los seres. Al menos en cuanto a reacciones se refiere. Hay una persona muy cercana a mí, -de mi familia, de hecho-, a quien llevo muy poca edad, que en este momento está en la misma situación emocional que yo, con más o menos matices: las dos hemos dejado, aún queriéndolos, a hombres que no nos convenían, y a los cuales, a pesar de los pesares, no somos capaces de dar cerrojazo absoluto. ¿Porqué? Que nadie me lo pregunte, también la mujer, (yo la primera), me parece muchas veces un enigma.

Los finales fueron parecidos, sus causas distintas, aunque tengo que reconocer que similares en algunos elementos. La relación en sí, de cada una, absolutamente opuesta exteriormente, pues mientras ellos proclamaban a todo el mundo ser "novios", nosotros éramos "sólo amigos" a ojos del mundo. Mientras ellos tenían sus horas de quedar durante este año y un mes y pico que estuvieron, nosotros, en un año y cuatro meses, jamás quedamos en firme en una cita. Bastaba con saber dónde estaríamos y a qué horas. Mientras ellos se "exigían" la fidelidad propia de los "novios", nosotros decíamos que como nos enteráramos de que nuestra amistad fuera "traicionada" si alguno de los dos se "liaba" con alguien (incongruencia total), las consecuencias serían, digamos, dolorosas, (yo solía ser más prudente: le daba libertad total como si pasara, él me advertía y advertía a mi entorno; tomé su violencia por su forma de cariño, cosas de la vida...).

Todo esto es muy difícil de explicar, lo será más de entender para quien no lo haya pasado. Ahora mismo la escucho en la habitación de al lado, llorando a ratos mientras habla con su ex por Msn y poniendo canciones que, en su mayoría, a ambas nos gustan porque hablan del amor y el desamor, porque las dos en este momento sentimos esa terrible combinación de no querer cortar el contacto del todo, (imagino que porque a veces nos aferramos a los recuerdos buenos de los buenos tiempos sin darnos cuenta), y, por otra parte, de tener la fuerza de voluntad de no hacer, con perdón, ni puto caso al interfecto. Pero ahí está el shakespeariano dilema... aquí la gran diferencia en el final de las relaciones es que ella cortó hace menos de una semana, él no dió rumor de sí durante unos tres días, y de pronto aparece en el Msn diciendo que si ha tardado tanto (?) es para que se recuperase ella (¡qué considerado! tres días...). En mi caso, corté a finales de Septiembre y durante unas tres semanas o un mes, nos evitamos mutuamente...pero fué empezar a coincidir, y empezar los problemas, por llamarlos de algún modo: Los primeros días nos mirábamos de reojo sin saludar, después nos saludábamos con cautela, después comenzamos a hablar, (pero nunca de lo sucedido ni de las causas), más días, y empezamos a tomar algunas copas juntos, alguna semana más y el desastre: volvimos a, lo que hoy se dice "enrollarnos"...Eso ya sería por finales de Octubre o principios de Noviembre, aunque dejé mi loca vida de antes de salir todos los días y comencé a salir una o dos veces máximo por semana, muchas veces porque mi salud bronquial no era la idónea y muchas otras por resistir la tentación y viera que yo, aún más que antes, -en apariencia, claro-, seguía "pasando". Y vaya si salió bien, pues ahora, aunque nos vemos cada semana o diez días, dice que no hay quien me vea, o, irónicamente, puesto que somos "amigos", recalca "no quiero cuernos, ¿eh?"...¡Quién lo diría! En fín, por lo menos, (triste consuelo), puedo decir que, aunque caiga en sus redes habitualmente, la inseguridad de no saber apenas de mis actividades o de que jamás sea yo quien le dirija la palabra primero ni me acerque, parece casi más...insistente que cuando eramos más o menos y más sabido por todos, "amigos". Quien no se consuela es porque no quiere, ¡jjajajaa! .Y, por supuesto, otra diferencia esencial entre las dos relaciones: A mi familiar el chico ése nunca le tocó un pelo ni fué violento. Tengo que admitirlo aunque en otras cosas me parezca un miserable en muchos aspectos. Yo no puedo decir lo mismo de aquella época.

Temo que con el tiempo ella cometa el mismo error que yo. Porque yo, digamos que no espero mucho ya de la vida, por no decir nada, y aprovecho cada segundo de efímera felicidad. Pero ella no está hecha de ese material y, aunque no lo crea en esta etapa, aún tiene esperanzas. Y estar en una situación parecida a la mía actual, le haría mucho, mucho daño. O quizás lo pienso porque me preocupa, quién sabe... Lo que sí sé es que ella llora mucho. A mí, de momento, raro es que me vean llorar. Y si me ven...siempre alegaré otras causas para mi dolor que las verdaderas... Aún así, también puedo decir tranquilamente que, aunque, como apunté antes, hoy por hoy no espero grandes cosas (buenas) de la vida, si apareciera en ella un hombre que valiera la pena, me considero absolutamente libre de reconstruir, o apuntalar, los restos de mi existencia. Y si no aparece...también ;)

P.D.- Música...¿qué sería de mí sin la música para expresar cómo me siento o ver cómo se sienten los demás?: "Nothing else matters", (una versión que no recuerdo de quién es), "La carta" ( "...Y no hace mucho que rompí/ tu recuerdo pensando/ acabar de una vez/ pero el tiempo y la distancia/lo son todo para mí/ quizás otra vez/ te echaré la culpa a tí..."; Héroes del Silencio), "Cómo hablar" (Amaral), "Frozen" ("If I could melt yor heart..."; Madonna), "No" ("No se puede vivir/ con tanto veneno/ la esperanza que dió tu amor/ no me la dió más nadie/ te juro, no miento..."; Shakira), "I will love again" (Celine Dion), "Falling" (Lacuna Coil), "María se bebe las calles" ("María ya no tiene miedo/María empieza de nuevo..."; Pasión Vega), "Ámame o déjame" ("Ámame o déjame/pero no me tortures hasta el amanecer/átame o líbrame/ de esta tortura de carne y piel"; Mónica Naranjo), y tantísimas otras que ya iré nombrando a medida que estos escritos lo requieran...

Hasta pronto.

Jezabel.

POESÍA


Volviste a mí de nuevo,
como si no pasara nada,
mordiéndome la boca, sujetándome el pelo,
rogándome, riendo, que te devolviera el sueño.

¿Qué quieres que te de, si no me queda nada?
Todo cuanto fuí lo entregué al vacío;
no te quité el sueño, tú me quitaste el alma,
¿Acaso es mi culpa que el descanso hayas perdido?

No quiero escucharte, no quiero oírlo,
pero te escucho como maldición y verso:
"Vamos a otra ciudad, o vámonos al río,
si el final no es de rosas, que el dolor sea eterno".

Me quitas la energía y me quitas la vida,
no me muerdas más, amor, que me pierdo...
Tu susurro en la sombra:"No te dolerá esta herida,
la tumba aguarda con los brazos abiertos..."

Volviste a mí de nuevo,
como si no pasara nada,
y al decirme "te quiero"...
hiciste milenios la madrugada...

Jezabel. Diciembre del 2007.

miércoles, 16 de enero de 2008

MADRUGADA


Bien, héme aquí al fín, atreviéndome yo, que soy una nulidad total en temas de la Red, comenzando lo que quizás yo misma califique de "delirios", a pesar de su título. Esta primera entrada no será más que para advertir al posible transeúnte despistado de que todo lo que aquí se lea podrá ser real o no; podrá ser un sueño, una pesadilla, un cuento, una historia, una poesía que haya leído que me atrajera o alguna que haya escrito, una fantasía...o, simple y llanamente, la expresión de un deseo no satisfecho, o la rememoración de alguno que sí lo haya sido. En resumen: delirios. Nadie, -ni siquiera yo-, exceptuando casos muy notables o puntuales, sabrá en qué límite se sitúan mis palabras. Y tal vez sea mejor así...

Saludos y hasta pronto,

Jezabel.