jueves, 10 de diciembre de 2009

VENTANAS (Una historia de desamor en otros tiempos...)


Llegaron por partes, no como una familia normal. Primero un hombre mayor, de aspecto cuidado en los primeros tiempos, con una niña que parecía ser su nieta, pero que luego supe,-como todo se sabe en los barrios-,que era su hija. Así que lo que más curiosidad tenía era por ver a la que suponía madre de la tal niña.

Y llegó. Toda vestida de negro, pálida y seria, cuando aún la casa no tenía más muebles que un sofá y una mesa grande de plástico. Y lo sé porque por no haber, no había ni cortinas. Pero no era su madre tampoco, aunque por lo menos, amante de él sí que parecía, pues iba los fines de semana y se quedaba allí hasta el domingo noche, siempre seria y vestida de negro. Yo ya no sabía qué pensar y me pasaba los días en la ventana de mi casa, justo enfrente de la de él. A esta edad no quedan muchos entretenimientos de los que ofrece asomarse y ver pasar la vida de los demás, amén de averiguar cosas sobre ellas.

Ella llegó un día para quedarse. O eso pensaba yo. Pasaban los días y ella permanecía en la casa, pero no la oía trajinar por allí como a otras. Es más, no la veía asomarse a la ventana ni aunque escuchara el mayor de los jaleos que menudean en todos los barrios. Salía a la calle siempre con unas gafas oscuras, tan negras como su ropa, y pocas veces sola. Él era de ésos a los que le va la carne mucho más joven y tendría miedo de que le quitaran su nena, digo yo.

Fue pasando el verano, lento y pesado, y ella dormía mucho y leía también mucho. Yo los oía discutir. Y por fin llegó el otoño. Ella pareció renacer, no encuentro mejor palabra, seguía vistiendo de negro y llevando gafas oscuras, pero cuando llovía y mis viejos huesos me recordaban mis 74 años, ella asomaba a la ventana, sin sus gafas de sol, y siempre al atardecer o si el día era bastante oscuro. Sonreía al cielo o se quedaba pensativa, siempre sonriendo levemente aunque acabara de tener una discusión a gritos con el hombre. Más satisfecha aún, o eso parecía. Extendía sus brazos y sus manos hacia la lluvia, como si quisiera abrazarla, y sus ojos eran tan oscuros en aquellos momentos como pozos, excepto cuando los rayos iluminaban su sonrisa y esa chispa de diversión que brillaba en su mirada. Y cantaba bajito, tanto que apenas la oía. Y yo permanecía en la ventana, helada hasta la médula y con la tormenta alrededor que me daba tanto miedo. Pero no podía evitarlo, y ella no parecía tener frío, pues se ponía lo mas corto en mangas que encontrara,-creo que no se desnudaba por él, qué cosas-, parecía que me hechizaba.

Entonces, una noche de éstas, ya no parecía tan ausente, tan....parte de la tormenta y la lluvia helada. Bajó la cabeza de repente. Y me miró. Habían terminado los rayos, pero seguía lloviendo. Lloraba y sonreía, pero en sus ojos seguía la luz violeta de la tormenta. Me entraron escalofríos, aquella luz no era un reflejo, me guiñó un ojo y me sonrió y me dijo claramente, “a ti no”...

De pronto, dejó de dolerme todo, y sentí mi corazón lleno de oscura alegría, a saber porqué, y a pesar de que no sabía qué quería decir con aquello.

Al día siguiente dejó la casa, llena de furia, pero serena. Llevaba las gafas de sol que siempre le ví, pero tras los cristales veía un reflejo del ocaso anterior.

Miró hacia arriba, directamente ahí, a mi ventana, a mí, y a pesar de irse herida, me sonrió abiertamente.

Y supe con seguridad absoluta que cuando llegaran de nuevo las tormentas, ya no tendría miedo de sus truenos ni temería al frío.

ABSOLUTOS PRINCIPIANTES ("Absolute beginners", David Bowie... ÉL sabrá porqué...)

miércoles, 4 de noviembre de 2009

EL ETERNO RETORNO (O "LA FRASE DE BEN GURION")


Fué como el asedio de una ciudad. Implacable. Resistí mientras pude, pero durante esos días, el vacío que sentí fué insoportable, indescriptible... Él sabía que capitularía, cómo no... Ya había ocurrido en otras ocasiones, aunque nunca había resistido tanto tiempo a él. Si él se hubiera rendido antes, quizás ahora mismo yo no estaría escribiendo estas líneas, y sería libre del todo, pero otra parte de mí agradece su tesón. Es la paradoja de siempre: una parte de mí, que sabe que él no le conviene y que debería dejarle para siempre, y otra, que sólo siente que le necesita y quiere tenerle todos los días conmigo. No puedo evitarlo, no sé si alguien me comprenderá, aunque respecto a estar "libremente atada", sospecho que sí ;)


Desde luego, es inevitable que esa parte de mí que lo echaba tanto de menos, se alegre de estar de nuevo junto a él, aunque sepa que él es para mí "bad medicine"...


Fué una noche en que estaba al límite de mis fuerzas físicas y mentales. Acababa de pasar una gripe bastante fuerte y todavía tenía algo de fiebre, pero esa tarde decidí que esa noche saldría sola a pasear y tomar algo. Necesitaba pensar y tomar el aire un poco. Un rato antes de salir, cuando estaba maquillándome, sonó mi teléfono. Era él, claro, y como todos esos días, me preguntó si iba a salir, y le dije que sí. También me preguntó, como los otros días, si nos íbamos a ver... Y en vez de responderle que no, como en otras ocasiones, le dije también que sí. Ni uno ni otro nos sorprendimos por mi inesperada respuesta, como si fuera lo más natural del mundo. No le perdonaba, ni olvidé sus ofensas, pero es que tampoco podía no ya olvidarme de él, sino siquiera tener un ápice de felicidad, o un remedo de vida, sin él. Me dijo que pasaría a recogerme a las nueve, y nos despedimos. Me quedé mirando el teléfono, confusa, y pensando en lo débil que había sido al resistir unos días tan sólo, y pensando también en la ilusión que sentía por volver a verlo. Aunque no niego que también temía nuestras respectivas reacciones, pues ambos somos imprevisibles, como lo demostró el hecho de que le dijera que sí que nos veríamos, cuando quería decir que no (¿realmente "quería" decir que no...?)


En definitiva, que llegó el momento de salir, y allí estaba él, esperándome hacía rato. Me daban ganas de preguntarle a gritos que si no me quería, porqué me buscaba una y otra vez, porqué me hacía esto, porqué no me dejaba en paz... pero no se lo pregunté. Me limité a saludarlo con cortesía y frialdad . Pero la mirada me traicionaba, y él sonrió, con lo que me dieron ganas de estrangularlo y entregarme a él y pedirle que me violara y me estrangulara y acabara conmigo, con mi absurda vida, todo a la vez. Y algo de eso tuvo que captar, porque me acarició un pecho, y subió su mano hasta mi cuello, apretando ligeramente, mientras me miraba a los ojos. Entonces sí que ví lo que pasaba por su mente con total claridad, las imágenes de tantas cosas juntos, algunas desagradables y secretas, otras tan sensuales y atrayentes que quemaban con sólo pensar en ellas... Y supe con total certeza que esa noche habría copas tranquilas, mucha conversación y sexo salvaje, porque aunque dice que no le gusta, yo noto, (y cuando digo "noto" es eso, literalmente) que, en ciertas ocasiones, sí que le gusta y le acelera, sobre todo cuando hace ciertos días que no hacemos nada. Así que, con un poco de suerte, pensaba que esa noche tendría lo que me gustaba. Y lo tuve. Vaya si lo tuve, aunque un poco "vainilla" para mi gusto, pero bueno, dentro de sus costumbres, lo hizo muy bien, eso hay que reconocérselo.


Y no, no perdono ni olvido. Pero mi corazón y mi cuerpo necesitan lo que necesitan. Es como una maldición, pero no puedo evitarlo. Aunque bien podría decir que es más bien como una adicción, y quizás sería una descripción más acertada de lo que él es para mí.


El amor, el deseo, la dependencia y la necesidad no entienden de razones. Cuando noté sus labios sobre los míos, su boca mordiéndome, me sentí renacer.


Por eso dejé que regresara...





"En cierta ocasión, Ben-Gurion dijo: Perdonad, pero jamás olvidéis. Aún no estoy preparado para el perdón. Y acaso nunca llegue a estarlo..."


("Holocausto", de Gerald Green)

viernes, 2 de octubre de 2009

LOBA

Te echo de menos. No puedo evitarlo.
Las crudas luces me dañan, el teléfono, mudo,
me sonríe con burla, y la luna en la ventana hace blanca nieve mi silencioso mundo
de negro encaje y brillantes zapatos, -ya no camino, sólo espero y espero,
¿te aguardo o te acecho?-,...
Y la noche me llama hacia un amargo lecho de recuerdos y de sed...
Mas yo me siento,
Y te espero...
Por mis venas corre un fuego
Que yo llamo deseo, pero...¿de qué?
Yo sé que volverás,
sé que morir y renacer son lo misma efímera utopía,
Y yo, sólo yo, sola yo, loba solitaria y vengativa,
te sigo esperando...

sábado, 26 de septiembre de 2009

ANOCHE(EL FINAL)




Todo comenzó por una tontería, dirían algunas personas, un "comentario desafortunado", comparándome a mí con una mujer que salía en la tele. Por supuesto, la comparación fué negativa u ofensiva para mí. Y le dije que ya me había cansado de su falta no sólo de empatía o ternura, sno de educación, con lo que lo mandé, dicho suavemente, al Diablo. Se hizo el chulito encima y yo, más chula aún, pues le dije qu no quería volver a saber nada de él. Y me respondio que no me preocupara, que no sabría más de él...




Y se fué. Hasta hoy, en que no sé si salir o no, porque me da miedo hallarlo y no hallarlo, encontrarlo o no, que me hable o que no me hable... Todo me da miedo... Pero todavía escucho esa pequeña voz que me dice "Has hecho bien, es lo mejor que podías haber hecho"... porque más vale tarde que nunca y ¿qué hubiera sido lo próximo en faltas de respeto y de educación?




No. Ya está bien. Ya está bien. Pero hora se me viene a la cabeza el largo invierno que me queda solita y pensando en qué hará él.... Y me muero...




En este instante sólo desearía beber su sangre.




Mi espíritu llora a gritos y clama venganza.




Y mi mirada no abandona los líquidos reflejos cortantes de la cocina. Sólo podré amarle tranquila cuando yazca muerto en mis brazos... Porque, ¿cómo poner el punto final a esta historia eterna de desamor y locura?
¿Lo peor de todo? Aún le quiero, le necesito, le deseo...

domingo, 6 de septiembre de 2009

CIUDAD


Hemos recorrido
calles, caminos,
de nieve y de sombra.
el cielo sobre nosotros
plomo hendido de rayos,
la ciudad no nos cobija,
nos hemos convertido
en fantasmas de un amor
que nunca pudo ser.
Somos de aire y humo,
la lluvia fría y el viento
nos convierten en ceniza...
Somos dos estatuas
que se observan sin piedad
a lo largo de los siglos,
somos esfinges
guardianes del odio,
y tus ojos de estatua
sólo reflejan inviernos,
y mis manos heladas
como el mármol quedaron
sin respuestas...
-si alguna vez
hubo dos amantes
que se odiaran tanto
no fueron humanos-,
y pasan los siglos
y nadie pasa cerca
excepto este extraño río muerto,
y tus labios ya no recuerdan
que hubo un tiempo
en que llegaron a besarme
con algo parecido al amor...
Avenidas desiertas,
calles inmóviles,
no hay coches,
no hay gente y toda ventana
se cierra a la tormenta...
¿Dónde estás?
Apenas puedo verte,
tu piel es blanca y lisa,
tus labios sólo saben morder y herir
y tu sonrisa sólo muestra
la mueca de un predador...
Miro al cielo,
te expongo mi garganta
por donde la lluvia
resbala helada...
De repente, la estatua cobra vida:
tus manos,
que hace un siglo acariaban,
me atraen hacia tí,
y prefiero seguir mirando al cielo,
a la lluvia, a la ciudad que muere
a nuestro alrededor...
Tu voz en un susurro fiero y suave,
tu hambre una niebla que me envuelve
y que casi me roba las pocas fuerzas
que me quedan para mirarte:
Eres tú, sólo mármol y lluvia,
sólo tú, el relámpago en tus ojos,
eres tú,
y no hay nadie en la ciudad
que me rescate de tí,
sólo tu caricia, rosal y espinas
justo donde el pulso se acelera...
Sólo tú...
Y la lluvia se torna roja bajo nosotros.











jueves, 3 de septiembre de 2009

DESEOS OCULTOS...(Y NO TANTO)





Las nueve y media de la casi noche. Vuelvo a sentarme a tu lado en el coche y emprendemos el camino de todos los días, a un pueblo cercano a tomar algo. Te escucho, como todos los días, a medias. pienso en diversas cosas mientras hablas de las nimiedades habituales y aceleras poco a poco porque sabes que me gusta la velocidad y porque, en realidad, sabemos que un "fallo" a 150 o 160 km/h no nos daría tiempo a lamentarnos ya por nada. Yo pienso, ya más concretamente, en la noche anterior, cuando volvimos a hablar, por primera vez desde que salí del hospital, y por enésima desde que nos conocemos, en cortar nuestro leve y frágil vínculo. Y en que, como siempre, echamos marcha atrás y hacemos al día siguiente como si esa conversación no hubiera tenido lugar....








Aquella conversación fué en un bar y, rato después, estábamos hablando en el coche, aparcados casi enfrente de mi casa. Recuerdo que, por vez primera, me echaste en cara que ya no quería hacer el amor contigo... La verdad es que me sorprendiste, pues yo llevaba ya varios días en que no me encontraba muy bien: se me estaba retrasando la regla y además volvía a tener ciertos síntomas que creí haber dejado atrás durante mi famosa estancia en el hospital, la debilidad, las excesivas ganas de dormir... Decía que me sorprendiste, ya que, aunque no me encontraba en plenas facultades, sí que exageraba un poco para evitar la situación de intimidad que tú, cuando bebes demasiado, quieres tener; pero veo que tu intuición no te falló. Sabes muy bien que yo tengo que estar muy mal, realmente mal, para evitar hacer el amor. Pero hay algo que no pareces entender nunca, y es el simple hecho de que, cuando una lleva varios días discutiendo y aguantando palabras hirientes, no es que tenga el cuerpo ni mucho menos el alma para ciertas "fiestas". ¿No comprendes que no tengo un interruptor que puedo manejar a voluntad para ponerme en "hot" o en "cold"? ¿No te entra en la cabeza que, para mí no es tan fácil separar el deseo del cabreo como parece serlo para tí? No, no lo entiendes...








Sigues acelerando y por fín te has dado cuenta de que no me interesa en absoluto lo que estás diciendo, parece que por fín intuyes que lo que me ronda por la cabeza no es la maldita crisis de la que hablas todos los malditos días... por fín te callas y subes la radio porque, misteriosamente, parece que este coche te aguza la percepción y sabes siempre qué canción necesito escuchar a todo volumen... Y pienso en la noche anterior, en que por un instante contemplé la posibilidad de dejarte para siempre, librarme y liberarme de tí, de tu egoísmo, de tu falta de amor, de tu desdén, de tus deseos ocultos que no son los míos, aunque en el fondo se parezcan, porque cae la noche, y te deseo a pesar del odio y del desprecio que me tengo por haber sido cobarde y no dejarte.








Cae la noche, y ambos sabemos que, si sobrevivimos a esta eterna carretera que pasa rauda a nuestro lado, cuando todo sea oscuridad, volveremos a hacernos daño, volveremos a desearnos, volveremos a unirnos en esos fugaces instantes en que todo parece ir bien, y volveremos a estar lejos el uno del otro, aunque, en el más profundo pozo de nuestras almas, sigamos, como Cyndi Lauper, conduciendo toda la noche...

miércoles, 26 de agosto de 2009

LINDO GATITO




Te quiero, te querré siempre... Tu recuerdo, como el de tu compañera de piso, gatita Willa, permanecerá con nosotras para siempre, como para siempre te acompañará nuestro amor y nuestra pena... aunque la pena quedará aquí con nosotros, y nuestro amor será, es, eterno. Nos faltas, y tu falta es más dolorosa porque eras mejor que muchas personas, como los animales suelen serlo. Has dejado una herida en nosotras, un vacío, que la supuesta "comprensión" de otros humanos no podrá llenar...




Desde el día 24 de Agosto ya no estás con nosotras, pero el cariño no muere. El verdadero amor es escaso en este mundo, pero el que hay, es eterno...




Te echo mucho de menos. Te quiero. Y juega y sé libre y feliz allá en vuestro Cielo.

lunes, 3 de agosto de 2009

¿SWITCH O SÓLO CONFUSA?




A raíz de una entrada en uno de mis blogs favoritos(el de Dómina Amanda, saludos desde aquí), vengo dándole vueltas al tema que ella planteaba en dicha entrada. No es que sea exactamente lo mismo, pero sí está relacionado. En el texto se planteaba el tema de las relaciones D/s desde el punto de vista de que deberíamos verlo más como un asunto "de persona a persona", que de un sexo al otro: Es decir, si no entendí mal, creo que quien tuviera instintos de dominación, debería tenerlos con cualquier sexo, y que quien los sintiera de sumisión, también (Amanda, si me equivoco en tan somero resumen, avísame, por favor). Lo cual me hizo darle muchas vueltas a la cabeza... y se las sigo dando.




Es curioso, pues en este época de mi vida tan desdichada en que creo que mi único objetivo es entregarme en cuerpo y alma a "esa persona" que me trae por el camino de la amargura, me han salido al paso dos situaciones que nada tienen que ver con él, pero sí con el tan hablado tema de l@s switch y, de refilón con las ideas que planteaba Dómina Amanda. Le dejé un comentario sobre mi punto de vista, o, digamos, más bien, sobre mis gustos personales: Yo, como sumisa, sólo admitiría que me dominara un hombre y, por añadidura, al que, si no amara, pudiera como mínimo tener cariño y me gustara. No que fuera "guapo" en el sentido genérico de la palabra, pero sí que me gustara a mí. Sin embargo, en el caso de que yo dominara a alguien, me daría exactamente igual el sexo e incluso las tendencias sexuales de la persona sumisa, aunque, curiosamente, me decantaría más por una mujer.




Y ahora, héte aquí que me hallo en dos situaciones en las cuales, aunque aún no he aceptado plenamente ni probado estas dos tendencias, se me plantea la pregunta: Si yo creía ser sólo sumisa, ¿cómo es que no descarto del todo la idea del dominio?¿Es que soy switch o simple y llanamente es que estoy tan confusa por mi lucha interior de sentimientos que ya no sé ni lo que quiero?




Para que me comprendáis un poco, voy a contar de dónde me vienen estas dudas. Hace cosa de un par de meses y, casi al mismo tiempo, entré en contacto vía email, msn y telefónica con dos personas totalmente opuestas. Una es un hombre bisexual al que le gusta vestirse de mujer y comportarse conmigo como mi sumisa. No hemos llegado al contacto personal pues, por mis causas personales (familia, casa, el tiempo que estoy con "él...), me es muy difícil "escaparme", pero en breve creo que sacaré un rato y ejerceré ese poder que, casi sin darme yo cuenta, me ha otorgado. Sinceramente, no tengo ni idea de si me agradará o no, pero la idea me atrae.




Del otro lado está un hombre, al que conozco también sólo por email, msn y teléfono, pero, a diferencia del otro, no conozco su apariencia física: En un principio le dije, ilusa de mí, que yo sólo quería una especie de profesor, un Amo que más o menos me indicara cómo comportarme cuando llegara mi Amo verdadero. Y dije ilusa de mí, pues Él me contestó lo obvio: que cada Amo es un mundo. Total, que empezamos a charlar, yo le tengo que llamar Maestro, Él me llama, además de pupila, de todo, jejeje... (fué el primer paso, pues dijo que tendría que aprender lo básico de la humillación): Nos mandamos bastantes sms, ya que mi pc va fatal, confío bastante en Él, pues es un hombre agradable, culto, inteligente, comprensivo cuando tiene que serlo, y duro en el momento adecuado. Pero claro, mis circunstancias, como nombré antes, son un gran obstáculo, al menos por ahora. Espero que sea paciente pues, por el momento, me agrada bastante y me atrae la idea de que nos conozcamos en persona, pero... y aquí está mi "pero"... no conozco su físico. Y yo pronto tendré que pedirle una fotografía, ya que si esto sigue hacia adelante, me gustaría conocer el rostro antes de que todo haya avanzado demasiado. Él, al fín y al cabo, ha visto mi foto pues en todos mis perfiles de por ahí, está. Y, aquí llegamos a lo que comentaba en un principio, que mi sentido de la sumisión no es tan fuerte como para dejarme dominar por alguien que no responda a ciertas características... Bueno, supongo que en esto de la D/s, cada persona tiene sus peculiaridades...




En resumen, al menos estos dos asuntos me sacan un poco de la rutina de cada día, aunque, por desgracia, no me lleguen a hacer olvidar que mi entrega total en cuerpo y alma en todos los sentidos no es aceptada por quien verdaderamente adoro. Y ese daño está ahí, indeleble, grabado a fuego para siempre para recordarme que mi descubrimiento como sumisa surgió al mismo tiempo que el descubrimiento de que el hombre que más he amado no aceptaba el mejor regalo que podía hacerle una mujer... Porque, a mi parecer, ése es un regalo que no tiene precio. Pero él no lo quiere y ha acabado convirtiendo mi vida en un páramo desolado en el que el invierno jamás termina...

viernes, 24 de julio de 2009

QUERIDO EXTRAÑO




Querido extraño:



Llevo tres años largos a tu lado. Tres años de una relación incomprensible para los demás y ya para mí misma, aunque no sé si para tí también... Ya debí haber supuesto que este "asunto" no sería como el de los demás, pues desde un principio todo iba al revés. En ciertas relaciones de pareja, suele haber etapas, en las que, en primer lugar, con la ilusión y todo eso, suelen estar bastante tiempo juntos, quedar todos los días y aprovechar cada minuto libre para disfrutar de la compañía del otro. Algunos meses, (o años, depende de la pareja...), la cosa se va tranquilizando, y, aunque se vean muy a menudo, ya no es ese enloquecido arrobamiento de pasar cada segundo juntos haciéndolo todo también juntos....Hasta que, lamentablemente, llega el momento del hastío, de la costumbre, y, demasiado a menudo, de la paulatina separación y de las discusiones cada vez más frecuentes...



Yo, amor de mi vida, inútilmente cariño mío, me doy cuenta de que estas etapas nos ocurrieron al revés, en todos los terrenos, excepto en uno, primordial, pero no imprescindible: el sexo. Y con esto no quiero decirte que el objetivo de esta carta que jamás te llegará sea un reproche en ningún sentido, sino que es una simple y quisiera poder decir, desapasionada exposición de los hechos.



Como te decía, mi amado hombre de piedra y hielo, lo nuestro fué todo al revés, exceptuando la noche en que charlamos la primera vez y nos "conocimos", aunque yo ya te conocía de vista. Ya te había visto otras veces y, una de ellas discutimos delante de un amigo común: Fueron tus primeras palabras que escuché, sin saber que iba a ser el síntoma principal de tu carácter: desapegado, cruel, hiriente e irónico. Mas pasaron los meses, y otra noche coincidimos mi amigo(que era también el tuyo tanto tiempo atrás), tú y yo... ¡Maldito 14 de Mayo de 2006! Tuviste que ser amable conmigo por aquel día, hacer que nos quedáramos a solas en otro bar, tras "librarnos" de nuestro amigo. Me invitaste a unas copas, charlamos, me diste tu teléfono, yo el mío, etc... Aquella noche y las cinco siguientes fueron, digamos, "inocentes", pues de besos no pasamos. Ni necesitaba más. Yo había salido de una relación de 5 años bastante decaída y tú volviste a devolverme la ilusión, y yo me ilusioné de nuevo, como una cría estúpida e ilusa. Como he comentado, mi cielo, salí "bastante decaída" de mi anterior error. No sabía que, tiempo después, ésa palabra sería como comparar la llama de una vela con un incendio, pues eso hiciste, incendiar mi alma de odio, de celos, de dependencia enfermiza de tí, de un amor quemante que me consumía y me sigue consumiendo, aunque, lo siento por tí y por mí, ese fuego ya no me devore de tal manera. Pienso, amor, que cuando llegue el final de todo esto, podré describirlo muy bien como hizo Sabina: Te olvidaré en "19 días y 500 noches"...



Las primeras semanas fueron un continuo caer hasta el más profundo infierno para subir de repente al más luminoso cielo. Hacías como si no me vieras a veces, nunca me llamabas por teléfono, nos encontrábamos de madrugada tomando copas con otras personas y nos ofendíamos y acusábamos mutuamente. Y coincidíamos después a solas para continuar emborrachándonos juntos... aunque, por supuesto, en realidad seguíamos a solas, tú bien lo sabes...



Pasaron los meses, y, poco a poco, empezaste a llamarme de vez en cuando, tan sólo esporádicamente, y me decías como si tal cosa que porqué no quedábamos para tomar una copa. Quedábamos más temprano y comenzábamos a embriagarnos juntos antes... perdíamos el control del dinero, de nuestro carácter, rompíamos los límites de la misma furia para pasar de los más apasionados encuentros a las más infernales peleas... nos decíamos que nos amábamos y que nos mataríamos si nos veíamos con alguien más, para pelearnos violentamente minutos después por una mirada o una palabra hacia otra persona... No comprendo cómo nos humillábamos y ofendíamos como poca gente lo ha podido hacer. Ya nos habíamos faltado al respeto. Y en eso, ya no había vuelta atrás. Hubo traiciones, sospechas de traiciones, engaños ocultos y simulados... o incluso fingidos, para provocar la ira del otro. No puedo concebir cómo pudimos llegar a ese punto de degeneración y degradación mutua... Y, cuando alcanzábamos el momento de separarnos hasta la próxima, o, según nosotros, "para siempre" ¿recuerdas con qué convicción nos gritábamos que no nos llamáramos jamás, pero que, aunque yo jamás te llamé ni te pedí volver, cogía el teléfono ansiosa cuando siempre me llamabas para "charlar"? Tu mayor fallo fué que cuando volvías a mí, nunca era para charlar sobre el problema del momento, sino que actuabas como si nada hubiera ocurrido y, si yo intentaba hablar sobre ello para solucionarlo, te negabas rotundamente y cambiabas de tema. ¡Cuántas palabras nos faltaron por decir...! Mi mayor error fué seguirte la corriente y desistir de aclarar el problema, por no suscitar otra discusión.



Y así llegamos, mi amor cruel, al tiempo, hará año y pico, en que un día, de repente, dejiste que vendías a por mí a la puerta de mi casa. y así fué desde entonces hasta hoy día: Vives del paro, aunque mejor sería decir que vives de tus padres, a tus 48 añitos, pues casi todo el paro se te va en pagar un coche que se te antojó sabiendo que no podrías acabar de pagarlo y que, al final, acabarán quitándote. ¿Qué pude ver en un hombre como tú, que nunca lleva a cabo nada de lo que empieza, que tiene todos los vicios posibles, excepto el de la droga, que no es cariñoso, comprensivo o siquiera sabe mantener una amistad y que, por añadidura, y perdóname esto, tu único atributo físico es tu altura y un "equipamiento" nada despreciable? ¿Qué puede decirse de mí, qué clase de mujer soy queriendo todavía a un hombre como tú, que no merece ni mi compañía y mucho menos mi amor? ¿Cómo acabará una relación en la que ni siquiera hay fogosas reconciliaciones, pues hacemos el amor aproximadamente una vez al mes porque dices que se te han quitado las ganas de todo y que no tengo yo la culpa, pero que no puedes evitarlo, y que, a pesar de ser caprichoso y mandón, careces por completo de expetativas, de buenos impulsos y ni una de las características de un buen dominante, cuanto menos ni las de un hombre normal de tu edad, sin responsabilidad ni arraigos? ¿Qué retorcida parte de mi cerebro me lleva a seguir así y no hallar el valor de dejarte de una vez por todas y tener el valor de no regresar jamás a tí...?



¿Qué clase de enferma soy?



Creo que lo sé, mi amor extraño y lejano, mi eterno amor, mi veneno, mi cáncer...



La soledad me aterra...



Tuya (todavía...),



S. Jezabel.






domingo, 21 de junio de 2009

DE VUELTA... DE TODO...


He regresado... otra vez. Hoy por hoy me pregunto para qué... Me he puesto a escribir de nuevo en el día de peor sentir que tengo desde el 22 de Febrero que puse la última entrada... ciertamente, pudo ser la última.



Llevaba algunos meses sintiéndome muy débil, sin fuerzas para nada. Y yo lo achaqué a, digamos, un reflejo físico de mi estado de ánimo. Pero la cosa fué más allá. Pasó Febrero, y Marzo, y yo cada vez dormía más y me costaba más trabajo despertarme. Pero seguía creyendo que era mi depresión. Ya llevaba una temporada comiendo poco, yo que soy de buen comer, pero en esos tiempos prácticamente sólo picoteaba. Hasta que el 16 de Abril, por la tarde, decidí ir a Urgencias... Resultado: Doce días de hospital, anemia megaloblástica, seis bolsas de sangre y la duda de si despertaría o no. Dijeron que si llego a tardar otras 24 o 48 horas... bueno, mi madre ya no habría podido despertarme al subir a mi habitación.



También es cierto que llevaba ya tiempo perdiendo sangre de diversas formas que, por supuesto y por decoro, no describiré aquí, que tenía que hacer un esfuerzo inmenso para cruzar de una acera a otra, que mi corazón no bajaba nunca, ni en reposo, de 130/150 pulsaciones, y que ya tenía sueño en todos sitios y que me dormía disimulados segundos en cualquier lugar. Dijeron los médicos que esa forma de dormir no era normal, y que, en cualquier momento, cualquier madrugada, me hubiera echado a dormir y no hubiera despertado... hubiera sido, al menos, una muerte dulce...



La verdad es que me estaba dejando morir. Y no me extraña. Por aquella época casi lo deseaba, si no de una manera consciente, sí debajo de mis sentimientos y mi desperación diarios.



Me dieron de alta el 29 de Abril. Al salir, me sentía pletórica. Veía la vida, como suele decirse, "de color rosa". Puedo aplicar todos los tópicos habidos y por haber,y serán adecuados. Me sentía renacida, todo era bello, luminoso, la luz del sol sobre los árboles, el viento que me traía el aroma de la primavera... Y etcétera, y etcétera. Y etcétera.



Volví a mi casa, volví a salir con el que estuve a punto de dejar atrás en mi periplo hospitalario, y al principio, todo iba bien: No me exigían nada en casa, sólo que descansara, me cuidara y comiera como es debido. Él, el que yo hubiera querido que fuera mi Amo, y no sólo mi amor, se comportaba de forma inusitadamente dulce y considerada... Yo, con todo eso, por separado y en conjunto, disfrutaba de la vida como hacía muchos años que no lo hacía... En resumen: El Paraíso.



Mas la realidad no perdona. Y la rutina impone su ritmo. Las discusiones en mi casa volvieron a su regularidad habitual, se acabaron los pequeños detalles y cada una de nosotras se las apañaba como podía, tanto mi hermana, como mi madre, y yo. Él, -"mi" Él-, regresó a su mutismo y frialdad de todos estos tres años y pico. Mostró de nuevo su desconsideración y su falta de empatía y de ternura. Y, en todo este panorama, mi ansia de comunicarme chocaba con todos como con un muro de cristal. Y yo perdí esa luz que me acompañaba desde que tuve lo que mi madre llama Mi Segunda Oportunidad.



Poco a poco todo volvió a perder su sentido. Todo. Hasta hoy, en que me he decidido a volver a expresarme... al menos aquí. Todo ha vuelto a ser gris y triste. Y en estos momentos pienso en lo ilusa que he sido al creer que algo, lo que fuera, había cambiado a mejor...



Las cadenas que no deseo, hechas de días de desesperación y de desilusiones, han vuelto a sujetarme. Las que yo anhelo, forjadas con amor y obediencia, son apenas un espejismo.



¿Qué me queda ya esperar?

domingo, 22 de febrero de 2009

OLVIDARTE...(Pasión Vega)

...es cuestión de no escuchar a mis latidos...




http://www.youtube.com/watch?v=qER_FwYB34U

NO TE DESEO (LO MEJOR)


No te deseo

lo mejor,

pues aunque aún te deseo,

tú ya eres sólo un extraño

que la razón me ha robado

y me ha dejado lo peor.


Pudiste ser mi Amo

y ser mi único Amor,

y aunque sabes bien que todavía te amo

nada has hecho por volver a merecer

que mi alma y mi cuerpo postre a tus pies

en esta noche de innombrable dolor.


Ahora nos queda el olvido

entre estos juegos de palabras,

-sabes bien que no te olvido-,

sólo queda esperarte, mi vida,

antes de morir por esta herida

o por el frío de la madrugada.


No te deseo

lo mejor,

porque aún te deseo,

porque antes te prefiero no vivo

que no en los brazos míos:

mal viaje, mi amor...

domingo, 18 de enero de 2009

UN AÑO Y UN DÍA


Bueno, lo primero buenas noches. Y sí, un año y un día desde que empecé el blog, -parece una condena, jejeee..., sin embargo, ha sido mi desahogo-. Tenía que haber escrito ayer, lo sé, es la costumbre en estos casos, pero, como siempre, me salgo de las costumbres. Al fín y al cabo, ¿qué más da? Lo que sí quería comentar es algo curioso, al menos desde mi punto de vista, porque nunca acaba un@ de conocerse a sí mism@... Y es el hecho de que, ni en mi cumpleaños, ni en la noche del 31 hice recapitulación, por así decirlo, del año anterior, cosa que generalmente he hecho aunque sea por encima y sin escribirlo.


Sin embargo, durante el día de ayer 17, el de mi primer "cumpleblog" y lo que llevamos de hoy 18, o sea, 1 hora y 9 minutos aquí in Spain, no he parado, inconsciente y conscientemente, de recapitular. Y he llegado a una conclusión bastante negativa, pero ni mucho menos tanto como pudo haber sido: Casi nada en mi vida "real" ha ido a mejor, pero, por otro lado, estáis mucha gente "virtual" que, en la distancia, me habéis ayudado mucho, que habéis hecho mucho bien influyendo positivamente en mi vida "real". Por lo cual, paradójicamente, ya habéis pasado a ser parte de esa vida llamada "real", y la habéis enriquecido.


Mi relación con "él"... Ese "él" que a veces es nombrado con mayúscula y otras no, cuya relación conmigo nunca ha sido aclarada aquí y sólo pudisteis hacer suposiciones... bueno, no ha ido a mejor, aunque hay gente de mi entorno que desde fuera cree que sí, sólo porque ahora nos vemos todos los días (¡como si con eso se definiera la calidad de una relación...!). Ése "él", con quien si llego al 14 de Mayo, llevaré tres largos años de no ir ni para adelante ni para atrás... Creo que todavía no puedo aclarar ciertos puntos sobre este tema. No estoy preparada del todo. Casi, pero no del todo. Aunque será pronto, pues deseo fervientemente cualquier consejo sobre ello, y para eso, tendré que intentar explicar esta extraña relación con sinceridad, ya que de ella no sólo ha dependido en muchas ocasiones sólo mi bienestar, sino incluso mi cordura y mi vida.


En resumen, seguiría buena parte de la noche escribiendo, pero entre que la gripe me ha pillado, y esta vez ha atacado sin pararse a coger prisioneros, y que, precisamente, anoche discutí con "él" de forma bastante desagradable y mi ánimo y fuerza vital están hechos polvo, paso a nombraros por orden de aparición a aquell@s que tenéis un lugar en mi corazón,("cerrado por derribo"), aquell@s que hicisteis que no saltara al abismo: Beowulf, McQ (aunque entonces estaba aún como "anónimo, jejje), Belmar, Coronel Trautman, lilaNegra{AMANDA}, FRONK, kat, Tarha, AMANDA, Juan Antonio, mona{Rk}, sunniva, esclavo de OBSSESION, Fragmentos de Luna, flordelis{SAA}, Milagros Sánchez, Xineff, kaylan, Venus, Ozz, Conmigo, Lyriel of Macabria, Helènic Glauc y Puta Desgraciada... Espero no haberme dejado a nadie atrás, a pesar de mi modorra por la fiebre, porque os quiero a tod@s.


Os habéis vuelto "reales" para mí, pero es que también me habéis hecho más real a mí y, en cierto modo, también me habéis salvado la vida y, como antes comenté, parte de mi cordura.


Besos. Os abrazo.


Hasta pronto y buenas noches...