viernes, 11 de julio de 2014

28 DÍAS

Un ciclo lunar completo,
de nuevo la luna llena
helando una piel de nuevo sola,
una piel que aún lleva tatuado
el calor de tu primer abrazo;

hoy es el día más largo
desde que el equinoccio,
un día que debió ser sagrado,
nos trajo la primavera.
Aunque los calendarios
me nieguen cualquier derecho
a una despedida digna,
aunque hayan pasado siglos
para el tiempo de los lobos,
aunque tú ya no seas
más que un fantasma en mi memoria,
hubiera deseado alargar
ese instante envenenado,
que no se acabara nunca
como todo se acaba siempre
en el tiempo de los hombres.

Las marcas de tus dientes
hace milenios que ya no están,
y en algún lugar de esta ciudad
resuenan nuestros pasos
como si algún día ese eco
pudiera volver
a conducirme a tus brazos.

Mas no me engaño,
no hay dioses ni demonios
a los que desafiar,
y la única magia posible
yace marcada en sangre
en sábanas que apenas saben
del contorno del amor.

Un ciclo lunar completo,
todo eso y mucho más
ha transcurrido en este lapso incierto de desdicha,
yo aún sigo
acechando otras lunas,
otras noches que no se hicieron
para caminar sola,
otras calles donde las campanas
de una catedral inmensa y fría
resuenan una y otra vez
marcando las horas perdidas
en que aún te recuerdo.

Un ciclo lunar,
todo eso ha transcurrido,
y estás, oh, tan lejos...

Y tu rastro
tan fresco...